6. Análisis de la Cosmogonía en la Película Constantine según el Paradigma Mito-Ontológico de Mircea Eliade Por: Morera Matamoros Josseline Dayana

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Constantine (2005)

Constantine (2005) es una película que pertenece al género de ciencia-ficción dirigida por Francis Lawrence y producida por Vertigo Comics basado en el comics de Hellblazer publicado por DC Comics. La trama de esta película gira entorno a la idea representada en el concepto Axis Mundi (la Tierra como centro entre dos mundos, el Supramundo y el Inframundo), el mismo que será analizado en este trabajo. Por consiguiente, se estudiarán los elementos más significativos de la película referentes al concepto de Axis Mundi bajo el paradigma mito-ontológico de Mircea Eliade: a) El Simbolismo del Centro, b) El Simbolismo del Agua, c) El Simbolismo de la Muerte y la Resurrección, y d) El Simbolismo de la Figura Femenina.

  1. El Simbolismo del Centro
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Árbol Cósmico

Eliade (1974) menciona la creencia común entre las religiones orientales de un árbol cósmico ubicado en el centro del universo – Axis Mundi – que se eleva hasta el cielo y hunde sus raíces hasta el infierno. El origen de la vida humana se da en el “ombligo” del árbol – La Tierra – justo en el punto medio entre el cielo y el infierno.

En Constantine (2005), la detective Dodson conversa con el psíquico Constantine acerca de los poderes psíquicos que él poseía desde niño, y en medio de su relato menciona que “… el cielo y el infierno están aquí, detrás de cada muro, detrás de cada ventana, es el mundo detrás del mundo y nosotros estamos en medio” (Min 51:00). En estas líneas Constantine hace precisamente una referencia al árbol cósmico al describir la cercanía que existe de la Tierra, ubicada en medio, al cielo y el infierno.

Además, podría decirse que el mundo es considerado un cosmos (un universo central) amenazado por otros dos mundos (el Supramundo y el Inframundo), y por lo tanto, Eliade (1981) agrega que, “si es verdad que nuestro mundo es un Cosmos, todo ataque exterior amenaza con transformarlo en Caos” (p.31). Constantine (2005) toca el tema de las amenazas externas al cosmos cuando menciona lo siguiente:

“Los ángeles y demonios no pueden pasarse a nuestro lado así que en su lugar nos llegan lo que yo llamo híbridos, los que mueven influencias. Sólo pueden murmurar en nuestro oído, pero una sola palabra puede darte valor, o puede convertir tu placer favorito en tu peor pesadilla. Aquellos con el toque demoniaco y aquellos que son parte ángel viven junto a nosotros, ellos lo llaman balance…” (52 Min. 00 Seg.).

En este pasaje, Constantine relata a la detective Dodson acerca de las consecuencias de la cercanía existente entre los tres mundos (Inframundo, Tierra y Supramundo) en los cuales pueden ocurrir tentativas de interacción, acto que provocaría un desbalance cósmico. La idea fundamental para mantener este balance es relativa al menor contacto posible entre seres de los diversos mundos y por ende, Constantine describe que solamente pueden existir influencias y no actos concisos puesto que se diluiría la barrera divisoria que existe entre estos mundos.

C

Constantine (2005)

Eliade (1981) alude a que las posibles amenazas de estos dos mundos (el Supramundo y el Inframundo) han causado que todo lugar habitado históricamente haya dado origen a defensas simbólicas (fosos, laberintos, murallas, etc.) con el objetivo de impedir una invasión indeseada; misma tradición que continúa en nuestros días.

Imágenes y figuras representativas de entidades consideradas como sagradas son ejemplos de defensas simbólicas con las que el ser humano intenta evadir a toda costa la entrada de seres inhumanos a nuestro plano. Estas prácticas resultan sumamente comunes en las religiones alrededor del mundo con la presencia de artilugios para la expulsión de seres malignos y otros tanto para la atracción de energías positivas como protección contra males externos (crucifijos, rosarios, medallas, santos, etc.).

Adicionalmente en Constantine (2005), al momento de visualizar eventos pasados como psíquico, Constantine pregunta al doctor-brujo Midnite “¿Hacia dónde está el Este?” (1 H. 20 Min. 36 Seg.), acto que alude a la proyección de los cuatro puntos cardinales que nacen del “ombligo” – La Tierra – del árbol cósmico. Según Eliade (1981), las edificaciones humanas intentan imitar al Supramundo así como intentan a su vez alejar al Inframundo:

“La iglesia…reproduce el Paraíso o el mundo celestial…las cuatro partes del interior de la iglesia simbolizan las cuatro direcciones cardinales. El interior de la iglesia es el Universo. El altar es el Paraíso, que se encuentra al Este. La puerta imperial del santuario propiamente dicho se llamaba también la "Puerta del Paraíso. Durante la semana pascual, esta puerta permanece abierta durante todo el servicio; el sentido de esta costumbre se explica claramente en el Canon pascual: Cristo ha resucitado de la tumba y nos ha abierto las puertas del Paraíso. El Oeste, al contrario, es la región de las tinieblas, de la aflicción, de la muerte, de las moradas eternas de los muertos que esperan la resurrección de los muertos y el juicio final. La parte de en medio del edificio es la Tierra” (39-40).
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Constantine (2005)

Podría deducirse entonces con tal interpretación, que Constantine busca la protección del dios del cielo cuando se pone en contacto con eventos oscuros al ubicarse en dirección al punto cardinal referente al Paraíso. Constantine teme, como hombre creyente, a los males que lo puedan acechar al posicionarse en una condición vulnerable, por lo que recurre a la ubicación de los puntos cardinales como instancia inmediata para su protección. Eliade (1981) explica este comportamiento afirmando que es la voluntad del hombre religioso posicionarse en el centro del mundo en contacto con los cuatro puntos cardinales donde existe la posibilidad de comunicación con los dioses. Es decir, cada punto cardinal está íntimamente ligado al árbol cósmico en su totalidad por lo que dependiendo de la ubicación en la que se posicione, así será el plano transcendental al que se dirija como si se tratase de un umbral a los otros mundos.

El centro es por ende, un símbolo revelador en la cosmogonía de la concepción del mundo puesto que nos permite posicionarnos en un amplio plano en comparación con otros mundos – Árbol Cósmico. Además, da origen y sentido a las prácticas religiosas asociadas a la protección divina y el destino del alma una vez que hayamos muerto físicamente en este plano.

2. El Simbolismo del Agua

En Constantine (2005), el agua es un recurso sumamente utilizado por psíquicos para

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Medio Universal

trasportarse a otros mundos, John Constantine lo utiliza en dos ocasiones con el propósito de 1) viajar al Inframundo en búsqueda de la melliza de la detective Dodson (41 Min. 24 Seg.), y 2) presenciar el acontecimiento de eventos pasados (1 H. 21 Min. 17 Seg.). Por otra parte, la detective Dodson utiliza el mismo recurso para 1) recuperar sus habilidades psíquicas que había perdido por negación (1 H. 4 Min. 39 Seg.), y 2) dar nacimiento al hijo de Lucifer, Mamon. En el caso de las primeras dos escenas, Constantine se sumerge parcialmente en agua al tener contacto solamente en sus pies mientras que en las últimas escenas, la detective Dodson se sumerge totalmente al acostarse en un tina llena de agua, y al ser sumergida forzosamente en una piscina. Sin embargo, a pesar de las diferencias en su aplicación, estas escenas comparten en común el traslado a otras dimensiones ajenas y distintas al plano terrestre por medio del agua como conducto.

Eliade (1981) explica que el agua es un elemento sumamente significativo ya que “las Aguas existían antes que la Tierra (como dice el Génesis, «las tinieblas cubrían la superficie del abismo y el Espíritu de Dios se cernía sobre las Aguas»)” (p.79). Además, el agua constituyó el elemento fundamental para la escena bíblica del Diluvio, por lo que el agua implica tanto la muerte como el renacer de otra vida. Este simbolismo que rodea el agua justifica la utilización que le da Constantine como un mediador entre este y otros mundos (Supramundo e Inframundo), al morir en físico para viajar a otra dimensión o plano.

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Constantine (2005)

El agua se expone como un elemento fundamental de la creación y la destrucción y por tanto, capaz de dar vida pero también muerte. Constantine (2005) ilustra este simbolismo bajo la idea de un ritual en donde el agua conforma el elemento esencial para morir en la Tierra y renacer en el plano del Inframundo. Tanto el psíquico Constantine como la detective Dodson, también psíquica, interactúan con el agua sumergiéndose total o parcialmente en contacto con algún otro elemento que provoque un desprendimiento de sus almas para que éstas puedan viajar al Inframundo.

Eliade (1981) recalca la importancia que mantiene el agua en la actualidad ya que es utilizada durante bautismos u otros baños rituales como simbolismo de la regeneración en la muerte. “Cualquiera que sea el contexto religioso en que se las encuentre, las Aguas conservan invariablemente su función: desintegran, anulan las formas, lavan los pecados, son a la vez purificaderas y regeneradoras (p.80). Es decir, el agua purifica el alma preparándola para un viaje a otro plano; el cuerpo muere pero el alma renace en una nueva vida.

El agua resulta por ende, un conducto entre los tres mundos cósmicos (Supramundo, Tierra, Inframundo) el cual permite al alma traspasar otros planos una vez que el cuerpo físico muera. Este simbolismo de la muerte y la resurrección muestran el ciclo de vida en el cual el ser humano está en constante cambio sin que nunca deje de existir del todo sino que su esencia se traslade a otros mundos.

3. El Simbolismo de la Muerte y la Resurrección

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Mito del Eterno Retorno

Eliade (1981) manifiesta que el mito del eterno retorno consiste en “la eterna repetición del ritmo fundamental del Cosmos: su destrucción y su recreación periódica” (p.67), por lo que el Caos puede ocurrir en cualquier momento, generar un desbalance y provocar el renacimiento de la vida nuevamente. Además, Eliade (1981) afirma que existe la creencia de que Dios habita en el Supramundo y se manifiesta en la Tierra por medio de los fenómenos meteorológicos (trueno, rayo, tempestad, meteoros, etc.), por lo que cualquier enfado suyo podría verse reflejado en la forma de alguno de estos fenómenos. En la cultura es común escuchar expresiones como “allá arriba están moviendo muebles” por ejemplo, cuando se originan fenómenos meteorológicos como las tormentas, los que las personas atribuyen a la actividad de una entidad divina.

En Constantine (2005), el doctor-brujo Midnite mantiene una conversación con Constantine cuando menciona “Escuché truenos, pensé que era el estómago de Lucifer gruñendo” (31 Min. 36 Seg.), escena que ilustra la idea de la influencia que poseen los dioses del Supramundo y del Inframundo para provocar Caos en la Tierra por alguna falta que cause sus enfados, haciendo necesario regenerar la vida. Tal es el caso de pasajes bíblicos como el Diluvio y la ciudad de Sodoma y Gomorra en donde la furia del dios del Supramundo ocasionó el Caos que destruyó la Tierra para regenerarla; también podría pensarse en la tormenta que surgió tras la muerte del hijo de Dios en el Calvario.

Además, otra escena en Constantine (2005) que gira entorno a esta temática del eterno retorno sucede cuando la detective Dodson descubre el mensaje que le ha dejado su melliza antes de suicidarse. Constantine recurre a la ayuda de Beeman, un viejo amigo psíquico, para revelar el mensaje que le ha sido dejado a Dodson en la Biblia del Infierno. Beeman procede a leer un pasaje acerca del renacimiento de Mamon en la Tierra:

“Los pecados del padre solo serán superados por los del hijo. Mamon no tiene paciencia con las reglas que impone su padre y anhela forjar su propio reino de fuego y sangre. Dice que primero Mamon tendría que poseer a alguien muy poderoso, para cruzar Mamon necesitaría de asistencia divina, para pasar, Mamon necesitaría la ayuda de Dios… (58 Min. 41 Seg.)”.

Eliade (1981) explica que los dioses de ambos mundos (el Supramundo y el Inframundo) se distancian del hombre al obrar en el Cosmos y vuelven a su morada agotados “dejando en la Tierra a su hijo o a un demiurgo, para acabar o perfeccionar la Creación” (p.74). Por lo que se interpreta que este pasaje ilustra la idea de la influencia del hijo de Lucifer como Caos en la Tierra para reconstruirla nuevamente en forma de un reinado del mal.

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El Apocalipsis

Eliade dice que “para el hombre religioso, la muerte no pone, por tanto, un término definitivo a la vida: la muerte no es sino otra modalidad de la existencia humana” (p.91), precisamente porque el árbol cósmico es un elemento vivo que se encuentra en constante renovación. Así, la Tierra debe regenerarse pronto, ya sea por la idea de la toma del mal proyectado en Constantine (2005), o la tradición religiosa de la venida de Jesús dando origen a un ciclo apocalíptico.

Según Eliade (2001), las fases lunares son el origen de esta creencia religiosa de un ciclo apocalíptico al que tanto se teme pero es necesario para el renacimiento en otra vida así como la muerte y la resurrección del hijo de Dios al más allá (Supramundo). La luna representa “la luz que sale de las tinieblas” porque la muerte no es definitiva sino que se regenera al día siguiente con los primeros rayos de luz del sol (p.97).

Cuando Constantine lucha en el intento de exorcizar un demonio de una joven filipina (5 Min. 8 Seg.), saca un collar con figura de sol flameante de su bolsillo y ante este gesto, el demonio que posee a la joven se retuerce en agonía. El collar representa la idea del renacimiento después de las tinieblas, de la resurrección después de la muerte, y como expresa Eliade (2001), las hierofanías solares representan valores como el de la autonomía, la fuerza, la soberanía y la inteligencia, valores que un héroe posee cuando lucha en las tinieblas y sale victorioso (p.97-98). La luz simboliza el renacimiento después del Caos en un ciclo continuo de regeneración necesario para la permanencia en otro mundo; el alma es el ente que sobrevive.

Eliade (2001) afirma que el ser humano al ser consciente de esta regeneración periódica, se concibe como existente en un micromundo puesto que existen otros dos grandes mundos a donde viajará una vez que su paso por este mundo se haya eclipsado (Supramundo e Inframundo). Existe por esta razón, una abertura de paso entre los tres mundos existentes en el árbol cósmico, “…la abertura hace posible el paso de un modo de ser al otro, de una situación existencial a otra. Toda existencia cósmica está predestinada al tránsito: el hombre pasa de la vida a la muerte” (p.111) Existe por tanto, un Supramundo y un Inframundo en donde las almas pueden transitar; sin embargo, existe una gran diferencia entre ambos mundos, el primero es un puente tan estrecho como un cabello por el que pocos atraviesan y como consecuencia, son enviados al Inframundo.

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Constantine (2005)

Un ejemplo claro del paso de este mundo al siguiente se da en Constantine (2005), cuando niño, las habilidades psíquicas de Constantine le asustaban y lo hacían sentirse diferente y aislado del resto de las personas; entonces, cuando fue joven, decidió quitarse la vida como único escape al don que le había sido otorgado. Constantine cuenta a la detective Dodson que estuvo dos minutos muerto en el Infierno debido al pecado que cometió por quitarse la vida (50 Min. 32 Seg.), y desde entonces ha dedicado su vida a deportar demonios arraigados a cuerpos humanos o ambulantes para tratar de comprar su entrada al cielo ya que es un suicida (52 Min. 35 Seg.). Así que este puente estrecho que menciona Eliade puede interpretarse como la dificultad de la decisión correcta que Constantine decidió obviar, dejando que la locura lo llevará a tomar la decisión de suicidarse. Esta decisión, lastimosamente no contribuye al paso por este puente al Supramundo, sino que, según Eliade (2001), han de llevarlo a cruzar “un puente cubierto de agujas, de clavos, y de hojas de navaja” (p.112) en su camino hacia el Inframundo, por lo que Constantine hace todo lo posible a su alcance para revertir los efectos de su acto.

La muerte y la resurrección conforman un ciclo periódico que mantienen la estabilidad del árbol cósmico ya que generan balance después del Caos al permitir el paso de almas a otros mundos (Supramundo e Inframundo). Estos conceptos están claramente representados en la venida del hijo de Dios descritos en el pasaje apocalíptico de la Biblia, ciclo generalmente descrito como una “limpieza divina” para restaurar la paz en la Tierra.

4. El Simbolismo de la Figura Femenina

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Fecundidad Femenina

En Constantine (2005), la detective Dodson es tomada como medio para el nacimiento del hijo de Lucifer, Mamon, lo que hace inferir un lado femenino fértil que brinda poder en el ciclo de regeneración (1 H. 29 Min. 10 Seg.). Cuando la detective Ángela Dodson es forzada a sumergirse en la misma piscina en donde murió su hermana melliza para dar nacimiento a Mamon, se ejemplifica la idea de la muerte y la vida como ciclos aliados de la vida. Isabel, melliza de la detective Dodson, debió morir para que ahora Ángela renazca en una nueva forma que traerá consigo el nacimiento de una nueva vida; como mellizas representan una misma alma que muere y renace.

Eliade (2001) denota que la fecundidad femenina tiene un modelo cósmico de Tierra Madre como demostración de la autosuficiencia y fecundidad relativo a cultos agrícolas antiguos para la abundancia de cultivos (p.89), como por ejemplo, los ritos dionisiacos. El concepto de la fertilidad otorgado a la figura femenina se remonta a épocas antiguas:

“El fenómeno social y cultural conocido con el nombre de matriarcado que está vinculado al descubrimiento del cultivo de las plantas alimenticias por la mujer pues fue la mujer la primera que cultivó las plantas alimenticias. Por tanto, era natural que pasara a ser la propietaria del suelo y de las cosechas. El prestigio mágico-religioso y, como secuela de éste, el predominio social de la mujer, tienen un modelo cósmico: la figura de la Tierra-Madre” (p.89-90).

La detective Dodson como representación de la fertilidad es sumergida en agua porque ella asegura la regeneración de la vida, y su muerte al viajar al Inframundo y ser poseída por Mamon, da origen al Caos para la preparación del nuevo nacimiento que será el reinado del hijo de Lucifer en la Tierra. Además, “así como el embrión crece a partir del ombligo, así Dios empezó a crear el mundo por el ombligo y de ahí se difundió en todas direcciones (p.14), de manera que Mamon debe nacer por el mismo origen del que nació el Cosmos. Mamon debe nacer del estómago de la detective Dodson, por lo que el Arcángel Gabriel, traicionando a Dios, intenta dar a luz a Mamon, retorciéndose en el estómago, al apuñalar el vientre fértil de la detective para dejarlo salir (1 H. 38 Min. 30 Seg.).

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Constantine (2005)

Posteriormente, cuando Constantine se corta las venas para provocar un suicidio que lo lleve al encuentro con Lucifer (1 H. 38 Min. 36 Seg.), se sacrifica a sí mismo para la salvación del alma de la detective Dodson ya que hace enterar a Lucifer de los planes de su hijo que tanto le disgustan. Este sacrificio, afirma Eliade (2001), reproduce el sacrificio inicial de Dios al crear el mundo, por lo que genera muerte en sí pero vida nuevamente ante el Caos (p.26); de hecho, Constantine compra su boleto al paraíso en el momento en que se sacrifica para equilibrar el ciclo de muerte y renacimiento.

La mujer desde épocas antiguas, ha sido sinónimo de fertilidad por su capacidad para generar vida en su vientre. Además, así como el árbol cósmico se ubica en el “ombligo” del Cosmos, así mismo la vida que da la mujer se comienza a gestar desde su ombligo. La muerte y el Caos deben originarse desde el mismo punto central en el que surgió la vida para regenerarse.

Finalmente, Eliade (1976), sobre el Cosmos y el árbol cósmico afirma: “La casa no es un objeto, es una máquina en la cual vivir; es el universo que el hombre construye para sí mismo imitando el paradigma de la creación de los dioses, la cosmogonía” (p.27). De manera que, el hombre como ser religioso se encuentra en constante búsqueda de la cercanía al plano del Supramundo y la lejanía al plano del Inframundo, consciente de su ubicación en el medio de ambos y su muerte que regenerará vida en otro mundo. Pertenece a la naturaleza del hombre temer a aquello que es tenebroso y fantasear sobre aquello que representa un paraíso, su deseo por asemejarse al Supramundo ilustra cómo imita la creación del dios con el objetivo de llegar a ese plano escalando desde su mundo.

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Axis Mundi

Parte de esta imitación, lleva al hombre a utilizar también elementos naturales que el dios del Supramundo utilizó para la creación del Cosmos, tal como si se tratase de una réplica. Por ende, la importancia del simbolismo del centro, el agua, la muerte y la resurrección, y la figura femenina en la imitación del mundo que se extiende arriba en las copas del árbol cósmico. De hecho, cada uno de los simbolismos antes mencionados, guardan una estrecha relación jerarquizada dentro del concepto de Axis Mundi. Primero, el centro es el escenario donde la creación ha de darse, el origen del árbol cósmico en sus diversos planos – el Supramundo, La Tierra, y el Inframundo. Luego, el agua como componente vital de la vida existente inclusive antes de la creación del árbol cósmico, y que servirá como mediador entre los tres planos del Cosmos. Mediante el agua puede provocarse un desequilibrio al entrar en contacto con otros mundos, lo que generaría la muerte que, mediante la figura femenina, regenerará vida.

Por consiguiente, el ciclo se repite, la fertilidad femenina regenera vida de la muerte en el centro de su vientre simbólico como Madre Tierra. El agua asegura la abundancia y eficacia de la fertilidad a la vez que une los planos del mundo recreado en la figura del árbol cósmico.

Link para ver la película:

https://www.pelisonline.me/pelicula/constantine

Referencias Bibliográficas:

Mircea (2001). El Mito del Eterno Retorno. Buenos Aires, Argentina: Emecé.

Mircea (1981). Lo Sagrado y Lo Profano. Guadamarra, España: Punto Omega.

Mircea (1976). Occultism, Withcraft and Cultural Fashions. Chicago, Estados Unidos de América: The University of Chicago.

Mircea (1974). Tratado de Historias de las Religiones. Madrid, España: Ediciones Cristiandad, S. L.

Shuler L., Melniker B., Uslan M., Stoff E., di Bonaventura L. Goldsman A. y Lawrence F. (2005). Constantine. Estados Unidos de América: Vertigo Comics.

 

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